«Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento».
Salmos 23:4
Hay una teoría errada que intentan vender algunos, de una vida cristiana libre de circunstancias difíciles, peligrosas o crisis. La verdad es que, cuando decidimos seguir a Cristo, lo que sucede es que en medio de esas situaciones seremos menos vulnerables a caer en angustia, ansiedad o desesperanza.
Así como David, necesitamos ser y estar conscientes de la presencia de Dios en nuestro caminar diario aún atravesando un «valle de sombras».
Hay un virus que está en el aire causando grandes daños, y no, no estoy hablando del famoso COVID-19 que ocupa los principales titulares de las noticias en el mundo entero; del virus que hablo es el temor, que está paralizando y llenando de angustia la humanidad. La idea no es ignorar lo que acontece en el mundo, más bien se trata de decidir avanzar en medio del valle, sin temer mal alguno.
El caminar sin temor, en estos días pareciera difícil, pero la promesa de nuestro amado Dios es que Él estará con nosotros todos los días hasta el fin.
La invitación de hoy es que aunque no lo veas o no lo puedas sentir, sigas caminando confiado en Su promesa, sin temor. Él está y estará contigo en todo tu andar.!
Dios te bendiga mucho más y te guíe en todo!!
#ViveVidaPlena
@IsaiasAlfonsoHerrera